La burbuja que queda por pinchar
El domingo, Rafael Hernando (portavoz del PP) declaraba en #ObjetivoElecciones que el paro está decreciendo, que estamos recuperando la actividad laboral. Yo no sé cómo a esta gentuza le quedan fuerzas y vergüenza para seguir repitiendo la misma cancioncita una y otra vez. Y mientras ellos siguen con su melodía de falsas esperanzas sobre la recuperación, las universidades se llenan de pobres y crédulos jovenzuelos, hipnotizados por la otra cantinela, la de “tú estudia que algún día serás alguien”. Acabemos de una vez con la burbuja universitaria, esa que no para de crecer y que nadie revienta. Mis queridos conmarujos, los JASP, los famosos jóvenes sobradamente preparados de los 90, en el 2015, sobramos, somos demasiados.
![Una-mente-maravillosa](https://marujeopostmoderno.files.wordpress.com/2015/01/una-mente-maravillosa-e1422545394872.png?w=620)
Aquí estudiar ya no sirve para nada, al menos profesionalmente hablando. La vendida de moto que le metieron a toda una generación está pariendo hoy las consecuencias. Estudia que podrás elegir dónde trabajar. Mentira. Estudia que harás dinero. Mentira. Estudia que llegarás lejos. Mentira. Todo falso, todo patraña. Y el pozo de frustración y rabia cada vez es más profundo y tenebroso. Poseer un título universitario ya no es signo de nada. Bueno, sí, de que eres un pringado, de que picaste como tantos otros, de que te has convertido en un damnificado más de un sistema defectuoso. No hay cabida en las empresas para tanto cerebrito entrenado. Sobran preparaditos en serie y falta gente que se arremangue. Y con el Plan Bolonia llega el segundo plato en el menú de la indigestión laboral: los masters. Una carrera ya no es suficiente. Ahora necesitas también un master (o varios). Y si no lo haces, eres un loser absoluto. Universitario, pero loser al fin y al cabo. Y como no hay trabajo, ¡hala, venga a hacer masters todo el mundo! ¿Y para qué? De nuevo, para nada.
Requisitos: licenciado en periodismo, nivel de inglés alto, experiencia demostrable. Salario: 600 euros, jornada completa. ¡Yuhu. Me apunto ya! Redactor freelance para contenidos de un blog. ¿Precio del post? 3€. Venga, que me lo quitan de las manos. ¿Y no es bonito tener un master bajo el brazo? Esto son solo ejemplos de lo que me voy encontrando en diferentes plataformas de búsqueda de empleo. Podría seguir y vosotros completarlo con ejemplos de otros sectores. Pero, ¿para qué hacer más sangre? Todos sabemos a qué nos enfrentamos. Aun así, lo más gracioso, sin duda, es cuando charlas con amigos no universitarios (losers en su día) que tienen empleos no cualificados y que superan con creces tu sueldo de orgulloso licenciado enterrado en matrículas de honor. Ahí es cuando, primero te descojonas y luego te empiezas a acordar de tu madre dándote la murga para que estudiaras, de tus profesores comiéndote el coco con el éxito profesional, de Fátima Báñez partiéndose la caja en su cheslong y de los malditos datos de recuperación de Rafael Hernando.
Con esto no quiero decir que formarse no siga siendo provechoso. Aprender, cultivar la mente, ejercitarla y lo más importante, PENSAR, todo esto sigue siendo válido (y necesario para sobrevivir en un mundo muy hostil). Pero lo que ha quedado bastante claro es que de universitarios resabidos ya vamos completos. Solo queda hueco para informáticos en este país. Niños de España, a estudiar informática. Ahí, ahí. Ahí está el futuro. Los demás seguiremos compartiendo piso, viviendo en casa de los padres y escribiendo gratis, que mola más.
![A_Beautiful_Mind_G_04](https://marujeopostmoderno.files.wordpress.com/2015/01/a_beautiful_mind_g_04.jpg?w=620)
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Querida Maru,
Interesante análisis, igual que la del amigo Rendo. Pero la realidad es que sí hay trabajo pero barato, muy barato. Ese es el problema. Se está depreciando el mercado laboral en general, por desgracia. Pero seguirá encontrando más fácilmente trabajo un universitario que otro que no lo sea (algo de razón debía de tener tu madre). Eso también es verdad. Y la realidad es que muchos que se van hacer “trabajo exterior” o no sé como narices le llama la incompetente “number one” de nuestra ministra de trabajo, encuentran trabajos bien remunerados en otros países. Y ¿qué pasa con el nuestro? That is the question! Aquí solo se especula, no se invierte en trabajo, que no sea “me enriquezco lo más rápidamente que pueda”
Buscarte las papas por tu cuenta? …con todos mis respetos… Bueno si eres talentoso y tienes agallas… Adelante
Así que no nos queda otra que seguir empecinados, cabreados, que eso ayuda, y tirar “palante” con imaginación, lucha (porque algo tendremos que hacer) y un poco esperanzados de que este país CAMBIE de una puñetera vez. Eso SI que está en nuestras manos.
Correcto. Pero añadamos un anexo sobre la responsabilidad del lechón estudiantil.
La formación universitaria no es la garantía absoluta de encontrar un trabajo digno. Es más, ni siquiera es una garantía mínima. Este nivel de estudios, que se empieza de los 18 para arriba, no es una simple formación técnica: es también una formación crítica, un momento en el que el estudiante deja de ser un adolescente etílico y pasa a ser un adulto (generalmente aún más etílico). Además de especializarse en un campo determinado, el alumno puede asomar la cabecilla por la ventana, observar el paisaje y el paisanaje y discurrir. Si no es especialmente zopenco, llegará a varias conclusiones inevitables:
– Que la cosa está jodida en lo general.
– Que la cosa está jodida en lo específico (de su sector, salvo que sea dealer o sepulturero, profesiones de abundante demanda).
– Que la universidad te pone la base, pero eres tú quien debe aprovecharla para espabilar y convertir tu cerebro en algo interesante.
– Que se puede ganar dinero sin universidad, aunque las más de las veces será en un trabajo de perfil hediondo… algo que un título universitario o un master no cambiará).
Acabo ya. Muy pocas veces va un español a la Universidad obligado. Es de justicia repartir responsabilidades: si la moto que te están vendiendo no te motiva… deja de comprar motos y búscate las papas por tu cuenta. Si lo que se quiere es hacer fortuna a toda costa, hay muchas profesiones a las que acudir: sólo hay que aceptar el grillete vitalicio que suelen acarrear. O ser un genio y saltar de sitio en sitio hasta acabar dando un pelotazo. Eso sí, actualmente en ambos casos se exige rotura de lomo y andar alerta 24 horas. Que es jodido pero, ¡maldita sea!, nadie dijo que fuera fácil.
Ay, Rendo… Por qué no te unes a La Maru y escribes con ella en el blog? Gracias por comentar con tantísima claridad mental. Estoy de acuerdo en todo lo que dices. Y tan cabreada que soy incapaz de deducirlo yo misma. Maldita moto…
Yo esa maquinita de fabricar “niños peludos” a la que llaman “universidad” la prohibiria a menores de 40 años. La reservaria para mentes maduras que han sido capaces de desarrollarse plenamente como sujetos.
Al final es solo un tema de “madurez”. Si esperamos que nos resuelvan la papeleta vamos apañaos!…. y durante decadas han bombadeado a la poblacion con que “la universidad te resuelve todo el futuro”, el “mamá universidad cuidará de ti una vez la hayas abandonado” ha mantenido en la infancia mental a muchos individuos que van saltando de “seguridad en seguridad” como Tarzan lo hacia de liana en liana. Y es que la vida no es seguridad.