La maruja común cotillea en la pelu; la postmoderna tiene un blog.
Felices 98 minutos
___Felices 140___
El dinero no da la felicidad. O, al menos, ese es el mantra que los pobres hemos aprendido a repetir para sentirnos menos desgraciados. Efectivamente, acumular dinero no es sinónimo de alegría y optimismo ni garantía de una buena vida, pero desde luego sí que aporta tranquilidad suficiente como para concentrarse en buscar la felicidad allá donde quiera que esté. ¿Se puede ser feliz sin tener un duro? Por supuesto. ¿Puede uno ser tremendamente desgraciado a pesar de estar enterrado en euros? También.
Felices 140 ahonda en la obsesión que todos hemos aprendido a desarrollar por el dinero. Vivimos por y para él. Y la más mínima posibilidad de conseguirlo, sobre todo si es de un modo rápido y fácil, nos hace girar de contentos. Elia es una mujer que cumple cuarenta años y que acaba de ganar el Euromillón. Para celebrar el aniversario y dar la buena nueva, decide invitar a sus amigos y familia a pasar un fin de semana en una espectacular mansión en un acantilado. Lo que prometía ser una celebración por todo lo alto, termina convirtiéndose en una pesadilla de celos, avaricia, mentiras y sucias verdades a la cara. Gracia Querejeta dirige y coescribe un film estupendo.
Los personajes están bien pensados y desarrollados. Las interpretaciones, a la altura. La trama es sencilla pero efectiva. Y el humor negro que lo riega todo, fino, fino, filipino y oportuno. La historia funciona a la perfección porque lo personajes son creíbles y veraces. Raro es el espectador que no se identifique con alguno de ellos. Plantear cómo reacciona cada cual a la noticia (en realidad, cada uno de nosotros), resulta casi un experimento sociológico. Los diálogos están escritos con inteligencia y los giros argumentales muy bien ubicados. La sala entera contiene el aliento en los momentos álgidos y ríe a carcajadas cuando su personaje deja ir la gran frase.
Pero, sin duda, lo que me cautiva, me atrapa y me mantiene presa de este film es la localización. La preciosa casa, atrezzada con gusto y sencillez, luce especialmente bella gracias a una fotografía limpia, pura y brillante. Quizá sea porque estoy en plena decoración de mi recién estrenado piso, pero los espacios me cautivan y la luz me envuelve de un modo casi mágico. Bravo por el equipo de arte. Una cinta que funciona muy bien como comedia negra, como thriller y como estudio de la amistad, las pulsiones humanas, la codicia y la mierda de capitalismo que nos ha vuelto a todos depredadores del “éxito”.
PD: Que alguien le diga a Maribel Verdú que deje de adelgazar. Gracias.
Pintaza!!!!!