La generación más (pre)parada.
Ayer leía en Twitter que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, había declarado, a la entrada de unas jornadas sobre competitividad (muy apropiado), que la situación laboral en España ya se había dado la vuelta. No puedo estar más de acuerdo con ella. Efectivamente, ya estamos todos cabeza abajo.
La noticia, obviamente, seguía y la sabia ministra añadía que la afiliación a la seguridad social ha aumentado, por primera vez desde que empezó la crisis, durante el pasado mes de febrero. Pero la cuestión, querida ministra, no es cuánta gente ha encontrado un empleo en este inicio de 2014, el quid es en qué condiciones. Si trabajo entendemos una jornada laboral de ocho a doce horas (sin remuneración de horas extras, por supuesto) y un sueldo de menos de mil como única compensación, sí, efectivamente, de esos nuevos empleos conozco unos cuantos casos. Si hablamos de profesionales con suma experiencia que se están viendo obligados a dejarse el pantalón por los tobillos y aceptar puestos de recién licenciado (con su correspondiente escurrido salario), de esos también tengo referencias.
![imagenes-de-los-juegos-del-hambre](http://marujeopostmoderno.files.wordpress.com/2014/03/imagenes-de-los-juegos-del-hambre.jpg?w=620)
¿Por qué no hablamos, señora ministra, de la anoréxica situación laboral que nos va a tocar asumir? ¿Por qué no debatimos la pérdida de dignidad y la ausencia total de esperanza e ilusión? Hace unos años, uno sabía que si era bueno y se dejaba moldear por el sistema (formar no es otra cosa que dar forma), tendría una recompensa. Si estudiabas una carrera, eras aplicado y te dejabas los cuernos en tus primeros años de vida profesional, tendrías premio: un empleo garantizado, un sueldo pudiente y una reputación profesional que avalara tu movilidad en el sector. El camino hacia el éxito profesional es duro, lo sabemos todos, pero cuando no hay zanahoria delante, para qué caminar, se pregunta el burro. ¿Qué ilusión puede tener una persona que empieza en una empresa por casualidad, casi por milagro divino, y que debe dar gracias todos los días y mantener la boquita cerrada por un sueldo que apenas cubre el alquiler del cuchitril en el que sobrevive? Un plan de empresa, unas expectativas, un objetivo, una meta que querer alcanzar. Todo esfuerzo debería tener recompensa, ya sea en forma de realización personal o de salario. Echarle horas gratis, dejarse la piel en cada proyecto, lidiar con problemas cada vez más absurdos… Y todo, mis queridos conmarujos, para acabar cubriendo gastos y saber que tu techo profesional, no es que sea visible, es que te roza el cogote. Señora ministra, efectivamente, a esto se le llama darle la vuelta al mercado laboral o, más concretamente, dejarlo patas arriba y con las bragas al aire.
En el siglo pasado, cuando alguien no estaba a gusto en un trabajo, cambiaba y volvía a empezar. Hoy, el que no está conforme con su situación, se aferra a ella como náufrago a un tablón; protesta, pues es lo único que le queda; y, encima, recibe palos sociales por desagradecido. ¿Qué será lo próximo? ¿Trabajar por amor al arte? Ah no, calla, que eso ya lo hacemos. En este país, con la crisis, hemos perdido poder adquisitivo pero hemos dejado atrás algo mucho más nuclear: la habilidad para gestionar el talento. Talento ahora significa saber tragar, y hacerlo con una sonrisa. Éxito significa que te paguen por trabajar, aunque sea menos de lo que algunos se gastan al mes en salir a cenar. Y prosperar es sinónimo de asumir cada día más responsabilidad, sin recibir un solo euro de más a cambio, claro.
Esta mañana he leído en El Periódico de Catalunya que una joven se rompió una vértebra en una entrevista de trabajo. ¿WTF?, he pensado. ¿Cómo ha pasado? Pues realizando absurdas pruebas de selección durante la competición en la que se ha convertido conseguir un empleo. Hace unos años, podías decir: “No, yo tengo dignidad y no pienso participar de esta humillación colectiva”. Hoy aceptas y terminas en el hospital. Es un caso extremo pero que funciona perfectamente como metáfora de una sociedad enferma. Un retrato, el que la crisis nos ha dejado, de la realidad laboral. Y sin filtro de Instagram, que conste.
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¿no crees que es demasiado tarde para volver atrás?…tenemos dos opciones, lo intentamos o lo damos por perdido. Yo lo intento…y llegaré hasta donde me sea posible. No puedo pretender que todo el mundo cambie sin yo intentarlo el primero. Yo lo intento. Y es desde mi trabajo personal desde donde tiene sentido pedir que el mundo cambie. No tiene sentido sentarse a esperar que todo cambie si yo no lo intento en primera persona.
La educación no crea desigualdades, la educación mata la naturaleza íntima del sujeto. Para mi el penúltimo paso hacia el fracaso de nuestra civilizacion fué la escolarización obligatoria. El ultimo es la red de redes.
Tienes razón, Papa Oso. Nos hemos ido corrompiendo a causa del desarrollo. Pero de eso hace ya mucho mucho tiempo. Ya no vivimos en nuestro estado natural, libres y más humanos, hace tiempo que vivimos en una comunidad que ha creado (y sigue creando) nuevas necesidades y todos hemos sido arrastrados. Nos hemos dejado llevar por el egoísmo, la riqueza, destruyendo nuestra moral, para ser parte de ella.
Pero ¿no crees que es demasiado tarde para volver atrás? A mi me encantaría vivir en un mundo más humano e igualitario, pero no voy a poder cambiarlo yo solita. Así que a lo único que aspiro es a que las desigualdades sociales sean cada vez menos grandes y creo que eso se consigue a través de la educación y el trabajo (remunerado). O ¿la educación crea aún más desigualdades? Dios, me estoy volviendo loca! Me apunto algunas cosas para reflexionar ;)
Hola L
¿cuál es el problema exactamente, que todos queremos ser medio burgueses o que casi todo el dinero está en manos de una minoría privilegiada y explotadora?… pues es evidente… el problema es que queremos ser burgueses y ya nos conformamos con ser solo “medio burgueses”. Y los que consiguen ser totalmente burgueses arremeten con todo y se quedan too’l pastel pa ellos.
Me entristece que al final se nos culpe siempre a nosotros de nuestra suerte… es evidente que TODOS tenemos la culpa, desde el primero hasta el último. Nadie se libra de la culpa. Y nuestra suerte nos la hemos currado con el sudor de nuestra frente, como borricos detras de una zanahoria nos hemos ido cultivando toda la suerte que almacenamos. L somos los primeros responsables de nuestra suerte, no te quepa la menor duda. Cuando hace unos años comenzamos a comprar en supers, en grandes superficies, comenzamos a comprar cosas made in china por que eran mas baratas,… en aquel entonces ya comenzamos a cultivar la suerte que hoy recogemos. De aquellos barros estos lodos.
L… ¿pones por delante “cantidad de vida” que “calidad de vida”? Yo no quiero vivir mucho, quiero vivir bien. Quiero ser fiel a mis principios, quiero ser honesto conmigo mismo, no quiero sentir vergüenza de las cosas que hago… eso es esencial para tener “calidad de vida”. Al cuerno con la “cantidad de vida”…. asi nos va!… he ahi otra de las zanahorias que nos han puesto delante. ¿Por que hemos aceptado esa zanahoria?… por que tenemos miedo a la muerte y el tener miedo a la muerte da, como consecuencia, tener miedo a la vida, y de ahi a ser “un burgues” va un pasito muuuuuuy chiquitito.
L… ¿para que quieres viajar? ¿No tienes suficiente con lo que te rodea?… yo cuando quiero viajar cierro los ojos, respiro lento y… joder!… descubro que tengo dentro un todo un mundo que no me lo acabo. Lo que es adentro es también afuera. Si quieres un consejo… viaja hacia dentro, lo tienes todo contenido en esa botella que llamamos cuerpo y siempre te acompañará allí donde vayas.
;-)
Me gusta leer otros puntos de vista porque me hacen reflexionar y, aunque en algunas cosas yo sigo en mis trece, en otras te tengo que dar toda la razón. Es evidente que el sistema capitalista no solo no funciona, sino que es inhumano y es necesario buscar una alternativa a esta sociedad consumista e individualista.
Pero ¿cuál es el problema exactamente, que todos queremos ser medio burgueses o que casi todo el dinero está en manos de una minoría privilegiada y explotadora? Supongo que nuestra situación mejoraría mínimamente si el gobierno decidiese subir mucho más los impuestos a las rentas más altas, como en Alemania, en lugar de estar siempre perjudicando a las rentas más bajas, o si dejase de invertir dinero público en infraestructuras inútiles, visitas papales y demás tonterías que no interesan a los ciudadanos en lugar de recortar en sanidad y educación. ¿Todas estas políticas no tienen nada que ver con nuestra situación actual? Me entristece que al final se nos culpe siempre a nosotros de nuestra suerte.
La vida no es comodidad, pero es que ni cobrando un sueldo acorde con el nivel de vida del país (es decir, más de lo que se cobra en España) la tienes garantizada. La vida es muchas más cosas que la comodidad económica, pero ¿no crees que con comodidad económica se vive más que sin ella? De entrada se puede viajar que es para lo único que yo quiero dinero (además de para comer y pagar facturas, claro!)
¿es mucho pedir aspirar a vivir cómodamente?… si la vida fuera “comodidad” no seria mucho pedir, pero es que la vida no es comodidad, es vida. Si le pides a la vida comodidad cuando llegues al final de la misma lo mas probable es que te des cuenta que no has vivido al maximo, que has vivido a medio gas.
Cada uno que haga lo que desee hacer, pero que tenga claro que es lo que se está jugando. ¿Comodidad o vida?…
Iris… es imposible ver la salida desde la continua accion, pues como dice Ibn Asad “toda acción emprendida en el seno de un movimiento participa de su inercia”. O paras o no es posible encontrar la salida. Hay una salida, pero es personal e intransferible. Cada uno puede encontrar la suya, pero desde la “estatica”, no desde la “dinamica”
Estoy completamente de acuerdo contigo, José Luis, pero no veo la salida. Yo siempre utilizo la metáfora del hámster, que da vueltas en su rueda pensando que esa es la única vida posible para un hámster. Un día se da cuenta de que hay más jaula aparte de la rueda y, sobre todo, de que hay vida fuera de la jaula. Pero claro, lo desconocido le da miedo y no sabe qué hacer. Tiene que elegir entre explorar y enfrentarse a lo desconocido o quedarse en la rueda sabiendo que podría hacer otras cosas. Ese es el dilema de mucha gente, de todos los hámster que nos hemos dado cuenta de que llevamos años dando vueltas en la rueda. Y ahora qué? Qué hacemos? Yo todavía estoy decidiendo mi destino como hámster pero, mientras tanto, quiero que si doy vueltas en mi rueda y lo hago bien, mi dueño me ponga comida de calidad.
Exacto, este es el problema del capitalismo donde lo único que importa es el capital. Pero tal y como está montada la sociedad, en la que necesitamos dinero prácticamente para todo (a no ser que decidamos libremente vivir en un entorno rural y optar por una vida más ermitaña), ¿es mucho pedir aspirar a vivir cómodamente? ¿Tenemos que aceptar las abismales diferencias salariales (con todo lo que eso conlleva)? Creo que esto es precisamente lo que quieren las personas que se encuentran en una situación privilegiada de poder: los ricos, ricos y los pobres que se sigan conformándose con poquito, que eso sí que es vida.
Y siento discrepar contigo en que lo único que nos mueve es el capital. Es obvio que trabajamos para ganar dinero (porque lo necesitamos para vivir), pero aún existen personas que eligen su profesión por vocación, porque quieren aprender, hacer algo útil, sentirse realizados o ayudar a otras personas. No todos aspiramos a hacernos ricos, si fuese así todos optaríamos por profesiones bien remuneradas (ya sabemos cuáles son). Yo no aspiro a ser burguesa, pero sí a poder independizarme, llegar cómodamente a fin de mes y permitirme algún viaje que otro ¿Es mucho pedir por 8h diarias de trabajo y toda mi vida de formación?
Todos somos esclavos del dinero, pero es que sin él no comes.
Mal rollo cuando hablamos de “luchar” por un “mundo digno” y entendemos que un “mundo digno” es un mundo en el que trabajas y ganas dinero para poder consumir.
La zanahoria sigue estando ahi. Sencillamente, mordisquito a mordisquito, hemos podido ver qué es lo que escondia esa zanahoria en su centro. Ahora ya podemos ver el centro de la zanahoria. Pensabamos que la zanahoria era “una trayectoria profesional”, pensabamos que la zanahoria era “el consumir como nos diera la gana”… ahora la vemos cual es la zanahoria: el dinero. Todo lo haciamos por dinero, y asi sigue.
Hace 10 años, cuando la zanahoria estaba gorda y robusta, ¿cúantas personas te decian “tengo un trabajo que me realiza como ser humano y que me permite pulirme y mejorar dia a dia mis virtudes”? Yo creo que pocas personas. Practicamente el total de la poblacion te decia “tengo un trabajo cómodo que me promete un futuro con pasta en el bolsillo”. Lo unico que ha cambiado es esa falsa sensacion de “comodidad y seguridad” (la quintasencia de la condicion burguesa) y nos hemos quedado cono nuestra vergüenza al aire. Se nos ve el plumero y nos sentimos ridiculos. Ya no podemos engañarnos: trabajamos por dinero, y con este dinero podemos inflar nuestros egos.
Una poblacion que toda su queja se reduce a que quieren seguir viviendo con “comodidad y seguridad” (una poblacion que a lo unico que aspira es a seguir siendo burguesa) es una poblacion que no ha comprendido en qué consiste estar vivo, que no ha comprendido que la vida no es “comodidad y seguridad” y que sigue siendo esclava de un “falso dios”: el dios dinero.
O dejamos de preocuparnos de seguir una zanahoria (comodidad y seguridad / dinero) o lo tenemos muuuuuuuy crudo.
¿En que consistia el 15M?… en uun movimiento que buscaba el modo de seguir siendo burguesa, un movimiento que buscaba el modo de seguir estando comodos y seguros en su dia a dia. Eso no es vida, eso es “comodidad y seguridad”.
Te dejo un link que considero digno de reflexion.
Me parece muy acertada tu metáfora, Iris, y estoy de acuerdo con vosotros. Hay más vida fuera de la rueda y de la jaula y a lo mejor más feliz y de mejor calidad, pero no la veo clara en la sociedad occidental. A lo mejor soy parte del problema, pero yo hace tiempo que acepté que soy una hormiguita y he nacido para trabajar y vivir lo mejor que pueda. Y sí, pido comida de calidad por mi contribución en este sistema, ¿qué menos?
Esto a la práctica es muy difícil, Iris. Yo alguna vez he decidido valorar mi trabajo de autónoma y lo único que he conseguido ha sido una contraoferta del tipo: o rebajas tarifas o nos buscamos a alguien más barato. Por otra parte, creo que el problema no es tanto que las empresas no valoren nuestro trabajo sino el mercado a escala global. Si soy sincera yo me siento valorada en mi trabajo, pero me pagan lo que ofrece el mercado en España, es decir, poco y lo tengo que aceptar porque el resto de empresas ofrecen un sueldo muy parecido. Sólo hay casos excepcionales de empresas muy grandes que pagan más a sus trabajadores que otras empresas del sector, como Mercadona (aunque he leído que con finalidades oscuras). A lo mejor otras podrían seguir su ejemplo, es cierto.
Como dice Lety, es verdad que el pueblo unido tiene más poder del que nos imaginamos y hay varios casos en la historia que lo constatan (hasta una canción), pero cada vez me lo creo menos y lo veo de forma más pesimista. No sé qué más podemos hacer los ciudadanos en una oligarquía como España.
¿Cómo peleamos? Nos hemos reunido, protestado en manifestaciones multitudinarias, hemos hecho escraches, huelgas y ¿qué hemos conseguido?¿Además de unos cuantos palos (en todo el sentido literal de la palabra)? El siguiente paso ya sería recurrir a una revolución violenta, pero si hacemos un repaso a los libros de historia vemos que en las revoluciones los que salen peor parados son los de siempre, el pueblo. Esto da miedo. Creo que nadie desea una revolución de esa naturaleza, pero entonces ¿cómo salimos de esta situación?
A veces me da la sensación de que no se puede tener todo y me da mucha rabia y pena. Y otras veces pienso, debe ser posible otra estructura laboral sólida como la que conocí en Alemania, donde hay producción, la gente cobra un sueldo digno, paga impuestos, consume y la economía funciona. No soy ninguna experta en economía pero oí del gran José Luís Sampedro que NUNCA, NUNCA en toda la historia se ha salido de una crisis a base de recortes. Entonces, los que nos gobiernan ¿son unos incompetentes gilipollas, son malas personas o las dos cosas?
Es muy duro pensar que a nivel profesional estas como hace 17 años atrás. Tengo claro que hay que luchar, no sólo por mi, sino por lo que viene. Tenemos la obligación moral de pelear. “Cuchillo entre los dientes: matar o morir”;-)
Ese es el problema, que si no nos plantamos todos es muy complicado conseguir algo, porque con la frase: “si tú no quieres, tengo a veinte en la puerta esperando” se soluciona todo hoy en día. Y no, no debería ser así. Tenemos que volver a exigir que se valore nuestro talento. Y eso empieza por valorarlo nosotros mismos y no poner el culo a la primera de cambio. Y lo digo yo desde la tranquilidad que me da tener un contrato indefinido. Ya sé que es muy fácil teorizar pero de algún modo hay que empezar. No puede ser que tengamos que irnos fuera para crecer profesionalmente. Me parece lamentable y muy triste.
Sí querida, esa es la triste realidad. Y lo peor es que parecemos conformados, como si no hubiera más remedio, como si no fuera con nosotros esta pelicula. Y lo que no dice tampoco nuestra “querídisima” ministra es que los jefes cada vez cobran más, que la brecha social entre los de abajo y los de arriba cada vez es más grande. ¡Pues no estamos en crisis! ¡Ah! perdón los grandes no. Ellos cada vez más y más (sin cortarse). Se deben reir de nosotros viendo como claudicamos sin rechistar. Y eso sí que es triste, muy triste. Como no espabilemos… vamos a más. Hoy he oído un comentario en la radio a propósito de la precariedad laboral de un joven preparado que combina el paro con contratos temporales. El proponia y hecho lo practica un plante ante la patronal. Decia que en algún caso cuando le habian propuesto las condiciones se había levantado de la mesa diciendo que no le interesa. Y cuál ha sido su sorpresa cuando ha visto que el empresario cambiaba de opinión y las condiciones mejorándolas. El lo decia bien claro, nos podemos plantar y hay que plantarse. Y creo que es una buenísima idea. ¡Salgamos del marasmo!
Me da rabia, porque estoy de acuerdo en todo y no puedo discutir. Quizá regañarte por pensar que cuando hablan de el país, o de la situación, pienses que hablan de nosotros…
Efectivamente, se ha dado completamente la vuelta al mercado laboral; los contratos a tiempo completo y sueldo fijo se han convertido en contratos a tiempo parcial y con sueldos míseros que a penas nos llegan para subsistir. ¡Gracias, Fátima, por vuestra reforma de mierda!
Muy de acuerdo con todo lo que tan bien expones, Iris. Primero, me parece insultante su manera de mentirnos ¿A qué creación de empleo se refiere la señora? Si la mitad de jóvenes parados se van a trabajar al extranjero, claro que disminuye el paro, pero que no nos vendan la moto de que el mercado laboral se está recuperando. Pero además, si bien hay gente que ha encontrado un currillo, tendríamos qué mirar, como dices, en qué condiciones. Pero eso no interesa. En España se vive a base de medidas socorro, falsas ilusiones que no son sostenibles a la larga; hace unos años era la burbuja inmobiliaria, ahora los emprendedores y los miniempleos. En lugar de proponer una estructura estable de empleo cualificado como en otros países, se proponen chapuzas de reformas laborales para ir tirando. Pero la pregunta es ¿Vamos o podemos hacer algo o tenemos que emigrar todos para tener un empleo digno en el que nos valoren y nos paguen por ello?
Uff, síntomas de urticaria… Voy a leer tu anterior entrada para compensar el malestar ;)