Catástrofe de órdago
Noé.
Si tuviera que definirme a mí misma, religiosa no estaría entre los adjetivos elegidos. No he tomado la comunión, jamás asistí a una clase de religión y en las bodas siempre espero en el bar. Así que hablaros de Noé como relato bíblico, no es una buena idea. Así que hablemos de la película como lo que en definitiva es, una pieza audiovisual de ficción.
Tras el despropósito narrativo de Cuento de invierno, Jennifer Connelly y Russell Crowe comparten pantalla de nuevo en otro bodrio de alto presupuesto. Efectos especiales hasta en los créditos, una historia sin gancho, una realización anodina, efectismo y derroche de recursos.… Vamos, lo que viene siendo una súper producción. Aunque para ser más exacta, os diré que esta trata de la historia de Noé, un fanático religioso, obsesionado con complacer a su dios y que, además de haber perdido completamente el norte, es un machista y un maltratador de cuidado. Russell Crowe se pasa la película dando órdenes a voces y maltratando psicológicamente a toda la familia. Peor suerte corre el florero de Jennifer Connelly, empeñada en apoyar al lunático de su marido, dándole consejos en vano, con cara de corderito moribundo e intentando inculcarle una sensibilidad y una compasión completamente ajenas a él. Y Noé, por su parte, ignorando por completo a su complaciente mujer, porque no es más que un burguesito de su época que se encuentra de repente con el paraíso y, obvio, no quiere que nadie entre a su parcela residencial a tocarle las narices. ¿Os suena? Claro que sí. Mientras la familia modelo almacena animales mágicamente adormecidos (otra cosa que no entiendo) en un barco gigantesco, el pueblo, empobrecido, desesperado y gobernado por el clásico villano (encarnación del ateísmo y la ausencia de fe), se amontona a las puertas del pedacito de cielo que ostenta el elegido. Todo muy contemporáneo, ¿no creéis?
Acostumbrados a un tipo de realización y montaje mucho más personal, véase Réquiem por un sueño, Darren Aronofsky sorprende con una dirección correcta, académica y estándar; salpicada, eso sí, con momentos de montaje frenético y fotografía cuidada (marcas muy propias) pero que dentro del conjunto, pierden completamente el sentido, pues la desconexión con el resto de la cinta es más que evidente. La falta de realismo en los personajes es la verdadera catástrofe del film. Mientras el pobre Crowe en cada secuencia está más viejo y fondón, la señorita Connelly luce el mismo rostro atractivo y sensual. No le pintan ni una cana, oiga. Por no hablar del vestuario, comprado todo él en Coronel Tapioca.
No albergaba esperanza de encontrarme con otro Cisne negro, pero viniendo de Aronofsky, tampoco esperaba aburrirme tanto. Y es que dos horas y media de iluminación y diluvio dan para muchos bostezos.
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jo maru… entiendo que si ves a Dios y te pones a hacer un arca y a meter bichos dentro de ella es que te habrá demostrado sus credenciales con creces!
Y si viene Dios y te muestra sus credenciales… coño!… poco te queda por decidir: haces y punto.
Por supuesto que “los caminos del señor son infinitos”… no te quepa la menor duda, si te tiene que mostrar credenciales lo hará via Facebook, twitter o como sea menester!
Besooooooooootes!!
jajajajaja… hombre, a ver… si viene “Dios”, me habla directamente y me da instrucciones sobre lo que debo hacer… ¿no iba a ser yo un “fanático religioso?.
Marujilla no se trata de fanatismos, se trata de alguien que ha comunicado directamente “con el puto amo” … joder!, si Dios te dice algo, ya no hay espacio a “fanátismo religioso”, se trata de obedecer “al jefe” o “cagarla”. No hay medias tintas.
Digo yo que si Dios se te aperece esta noche y te dice “maruja tirate por la ventana”… ¿que otra opcion te queda?… pues tirarte, es Dios, el puto amo, el jefe jefazo, el presidente del universo, quien te lo ha dicho. No te quedan muchas opciones, si alguien manda ese es Dios!
Yo me reservo mi dosis de “efectos digitales de puta madre” para el capítulo 4 de Transformers de este verano, con eso ya tendré mi dosis anual de “efectos digitales de puta madre” con un guión de pena. Lo que tiene que hacer un padre por su hijo…jo!
La Maru no habla con Dios. Habla con WordPress. Y si viene Dios y le dice que se tire por la ventana, primero, tendrá que enseñar una acreditación. Segundo, tendrá que demostrar su poder, para que sepa que no es un fake o una supercampaña de publi. Y tercero, si quiere dirigirse a ella, tendrá que hacerlo vía Twitter o mail. La Maru no atiende a sus fans en persona, solo mediante las redes sociales. Lo tiene jodido Dios con La Maru… : )
Me atrae la peli igual que el Salvame;-)
O sea que mola.
Mazo.